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Serigrafía, DTF y Sublimación: El Trío Maravilla de la Personalización Textil

¿Estás pensando en personalizar ropa, pero te sientes como en un examen de física cuántica porque no sabes qué técnica elegir? ¡Tranquilo, amig@! Aquí te explicamos las diferencias entre serigrafía, DTF y sublimación, pero en un idioma que no requiere un doctorado en artes gráficas. Vamos a ello: serigrafía ¿Para quién es? El equipo de fútbol amateur, la banda de rock que está comenzando, o cualquier evento donde necesites repartir camisetas como si fueran flyers de pizzería. Ventajas Colores sólidos y duraderos: ¿Quieres que ese logo brille más que la bola de discoteca en una fiesta de los 80? La serigrafía lo consigue. Perfecto para grandes cantidades: Si necesitas camisetas para todo tu equipo, tu primo, el perro y hasta el vecino, esta es la opción económica. Versátil: Funciona como un todoterreno: camisetas, sudaderas, bolsas… lo que le pongas delante. Desventajas No es amiga de los diseños complejos: Si tienes un retrato hiperrealista de tu gato en mente, mejor sigue leyendo. Cantidad mínima: La serigrafía no se levanta del sofá por menos de un buen pedido. Así que, si solo quieres una camiseta para ti, probablemente no sea la mejor opción. DTF ¿Para quién es? Los que necesitan poca cantidad pero quieren impresionar (casi tanto como su diseño). Perfecto para camisetas personalizadas únicas o para ese regalo especial que te hará ganar puntos. Ventajas Detalles impresionantes: ¿Quieres que tu diseño sea tan preciso que hasta un crítico de arte diga “wow”? El DTF lo logra. Ideal para pedidos pequeños: Desde una camiseta para tu abuela hasta un par para tus colegas del gym. ¡Aquí no hay mínimo! Se adapta a cualquier tela: Poliéster, algodón, mezclas… Si es tela, el DTF se lo imprime. Desventajas Menos resistente al tiempo: Si tu camiseta será tu nueva prenda de guerra en cada fiesta, probablemente necesitará algo más robusto. Un poco más caro por unidad: La innovación tiene su precio, pero eh, ¡el estilo lo vale! Sublimación ¿Para quién es? Los amantes de los colores brillantes y las superficies claras. Ideal para uniformes deportivos, ropa técnica o esa camiseta con tu foto que le vas a regalar a mamá. Ventajas Colores vivos y detallados: Piensa en la sublimación como un festival de colores en tu camiseta. Durabilidad legendaria: Esto no se desgasta, no se descascarilla, ni te abandona después de un par de lavados. Es como un tatuaje para la tela. Perfecto para poliéster y superficies claras: La sublimación y el poliéster son como Bonnie y Clyde, inseparables. Desventajas Limitado a telas claras y poliéster: Si querías sublimar en algodón negro, olvídalo. Esto no es magia. No para pequeñas áreas: Este es el Bruce Springsteen de las técnicas, necesita un gran escenario (o superficie). ¿Entonces, cuál elijo? Todo depende de tu necesidad: ¿Necesitas algo económico para un gran grupo? Serigrafía. ¿Quieres calidad y detalle en pequeñas cantidades? DTF. ¿Buscas colores vivos y resistencia? Sublimación. En XPL estamos aquí para que no tengas que preocuparte por los tecnicismos. Solo dinos qué necesitas y te ayudaremos a elegir la técnica que hará que tus prendas sean la envidia del mundo. O al menos de tu grupo de amigos. 😉

Cómo hacer que tus prendas personalizadas no parezcan sacadas de un episodio de «Stranger Things»

Así que tienes una prenda personalizada. ¿Qué eres? ¿El nuevo modelo de temporada? Pero bueno, ya que te has dado el lujo, aquí tienes unos tips para que esa camiseta personalizada dure más que el suspenso en una película de terror. Sí, porque si no los sigues, te garantizo que esa obra de arte terminará como si hubiera pasado por un apocalipsis zombie. Anda, toma nota de estos consejos esenciales para cuidar tus camisetas personalizadas y mantener sus colores y estampados como nuevos. 1. Lee la Etiqueta o, Mejor Dicho, La Profecía No ignores la etiqueta, esa cosa minúscula con letras chiquitas en el cuello o la costura. Ahí es donde las mentes brillantes de la moda te están gritando en silencio: “¡No nos destruyas!” ¿Prefieres hacer tu vida emocionante y lavar en modo «A ver qué pasa»? Bueno, la decisión es tuya. Pero esa camiseta que tanto amas tal vez termine pareciendo un pijama. 2. Dale la Vuelta: El Mundo Está al Revés ¿Quieres que la impresión dure? Dale la vuelta a esa prenda antes de lanzarla a la máquina. Imagina que es su capa de invisibilidad contra las garras de la lavadora. De esta forma, evitas que otros calcetines atacantes y vaqueros guerreros raspen y desgasten ese precioso diseño. 3. Agua Fría, No Hirviendo como Café de Oficina ¿Sabes qué es peor que destruir la Tierra con una invasión alienígena? El agua caliente en tus prendas personalizadas. Se lleva los colores, daña las telas… y sí, puedes terminar con algo que parezca un mural de arte abstracto. Así que configura tu lavadora en “agua fría” (no te pases de los 30°C) y tus camisetas te lo agradecerán con amor eterno. 4. No, Blanqueadores No Evita blanqueadores como si fueran la peste (o, mejor dicho, como si fueran un tipo aburrido en una fiesta). Esos químicos destrozan los colores y debilitan el diseño como si fueran villanos en una película de superhéroes. Dale un respiro a tu camiseta, y usa detergente suave, de esos para ropa delicada. A tu prenda no le gusta sentirse como un trapo de cocina. 5. Ciclo de Lavado Corto, Como Tu Paciencia Dale a tu prenda un paseo corto y suave en la lavadora, no un tour de tres horas por el Amazonas. No necesitas que cada fibra pase por un bootcamp militar para quedar limpia. Un ciclo de lavado corto y con cariño hará el trabajo, y tu camiseta seguirá lista para otro día de batalla. 6. Sécala al Aire, o Como Dicen los Famosos, “Al Natural” ¡No, no, no! ¡La secadora NO es tu amiga! El calor brutal de la secadora es el camino rápido a una prenda digna de museo de los horrores. Mejor cuélgala al aire y déjala secarse en paz. Ah, y aléjala del sol directo, a menos que quieras que se convierta en un recuerdo desteñido de lo que una vez fue. (Si estás pensando en renovar tu colección, visita nuestro catálogo de productos para inspirarte). 7. Planchar, Pero Con Delicadeza, Como a un Gatito Bebé ¿Vas a plancharla? ¡Vale! Pero ni se te ocurra hacerlo directamente sobre el diseño, a menos que te guste el olor a plástico quemado y el horror de ver el logo de tu camiseta derretirse. Dale la vuelta, pon un paño encima o simplemente evita esa zona. Menos drama, más estilo. Conclusión Sigue estos pasos, y tu prenda personalizada sobrevivirá al tiempo, a la moda y a tus aventuras épicas. Recuerda: sin estos cuidados, esa camiseta se verá tan desgastada que incluso los personajes de un apocalipsis postapocalíptico la rechazarían. ¡Ahora ve y lava con sabiduría, campeón de la moda personalizada!

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